lunes, 27 de mayo de 2013


        CAMINO DE SANTIAGO.  ESTELLA-  BELORADO

                                

  


 18-19 MAYO  2013



 Este fin de semana se asemejó más que el anterior a lo que es el Camino de Santiago... se relajaron las obligaciones horarias y por lo tanto disminuyeron las prisas y las tensiones...De hecho, la horquilla de minutos entre el primero que llegaba (Juan Luis) y la última (batwoman), era muy amplia.  Cada uno a su ritmo y al mismo tiempo ejerciendo como grupo, ¡no es fácil!.
 Días de pruebas... alforjas en las bicis, idoneidad de la ropa impermeable y de abrigo, transito por caminos embarrados y presencia continua de tormentas inmisericordes...
   Disfrutábamos adelantando a cientos y cientos de peregrinos andantes (o quizá eran miles y miles) , que tras nuestro preceptivo ¡Buen Camino! respondían con celeridad , agradecimiento y complicidad  a nuestro saludo santiagués.
 Momento adelantamiento: movimientos peligrosos llenos de incertidumbre...¿dejarán paso por la parte derecha?, ¿o será por la izquierda?, ¿ se moverán en grupo o se quedarán quietos?, o lo más probable, ¿se colocarán exactamente en nuestra trayectoria?...timbres, gritos, gruñidos,...
   Por la mañana nos encontramos muchos peregrinos, después de la hora de la comida muchos menos, pues quien más quien menos se ha ido colocando entre los numerosos y diversos albergues del Camino. Los nuestros a 10 euros, con buenas prestaciones y sobretodo, con la gran ventaja de tener nuestras plazas reservadas.
   La infraestructura organizativa funcionando a su máximo nivel. A pie de campo Cristina, Ascen, Juan Luis... en la sombra Toño y sus hermanos (¡no todos!)... no hay problema que tras una buena discusión se quede sin solución.
 Esta vez Arantxa, ya con su saco nuevo y su bote de nutela, tuvo una excursión más relajada...¡ bueno, se me olvidaba!... ¡qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte!...
   Quien no conozca el Camino, no debe preocuparse por los abrevaderos; hay de sobra para echar una cervecita y tomarse un temtempié. Si hay que parar se para (45 minutos está bien) y después, ¡vengan km!.
   Ascen, la “saeta rubia” del equipo, desafió al frío y a la lluvia despreciando unos glamurosos pantalones, talla única, con un color entre indefinible y horroroso (seguro que piensa que los que llevaba eran más elegantes) que lució con chulería Cristina ( poco rato, eso sí) ante la mismísima virgen del Puy.
   Ascen también mostró un gran espíritu  de resistencia (imprescindible en el Camino) pues cuando las fuerzas flaqueaban se le oía decir “ies, guí can”, que más tarde acuñaría para su campaña presidencial el señor Obama.
  Los pueblos siempre están construidos en alto y curiosamente cuando los km. aumentan, esa altura crece, crece, crece,...
 Tampoco el grupo falló a la hora de estampar sellos en las credenciales, persona o lugar  con pintas de poder facilitarnos un nuevo sello, allá que íbamos a pedírselo...aquí Pili tuvo una importancia básica para mi, pues era la encargada de llevar y sellar mi credencial (yo no podía mantenerla sin peligro de humedades y mojaduras).
  Pili también tuvo la habilidad de repartir bocadillos en el momento en que lo único que se quiere es un bocadillo...¡hacía mucho tiempo que no me comía uno que me sentara tan bien! (aunque ahora mismo no recuerdo ni de qué era).
  Este tramo del Camino no tiene tanta bajada “técnica” como el de Roncesvalles- Estella, pero no nos han faltado buenas cantidades de barro, viento y agua... para ser mayo, ha sido toda una “prueba invernal” para indicarnos que el Camino es eso, ir hacia adelante, disfrutar en la medida que podamos (¡siempre se puede!) de lo que nos vayamos encontrando y así ir probándonos a nosotros mismos ante situaciones de lo más diversas y variopintas...¿no os suena  a nuestra vida diaria?.
 Iniciamos la etapa en el Puy de Estella (lloviendo) y acabamos al día siguiente en Belorado-Burgos (lloviendo).
  Furgoneta nueva, ¡que no a estrenar!, blanca, con calefacción, con un cojinete ruidoso, seis plazas y capacidad para guardar el propio remolque de las bicis,¡casi nada!.
  Esquiroles: Julian tuvo el detalle de presentarse en la salida para animarnos, la americana y Roberto se iban a incorporar el domingo pero lo dejaron para más adelante y Manolo, que ya ha vuelto de hacer el Camino hasta Santiago, decía tener un asunto ineludible (la comunión de la hija o algo así).
  Una incorporación: Rebeca. Conoció su bicicleta en la salida de etapa y a la cámara de repuesto al día siguiente. Vestimenta, indescriptible (a las fotos os remito); llamativo cinturón-tirante verde fosforito y ocho capas de ropa. Siempre “a su ritmo”, más lento que el nuestro pero que le permitía llegar prácticamente a la vez en las paradas (¿?). ¡Epa!, cigarrillo reconfortante y buen humor. Solamente en un momento pudimos notar dudas en su corajinoso proceder; sucedió a las cuatro km., en la misma fuente del vino de Irache... no podía más y abandonaba...todo volvió a su lugar cuando se le sugirió que condujera la furgoneta (¡era peor que seguir!); de ahí en adelante se portó como una jabata.
  Juan Luis siempre incansable y dispuesto a  ayudar, saca tiempo para todo, lo mismo te saca una foto que ultima negocios; de hecho ya es prácticamente seguro que se queda como nuevo socio de la multinacional Buff.
  Hemos aprendido que dejar las bicis apoyadas  cerca de unas preciosas plantas nos puede acarrear una reprimenda en toda regla o que la palabra felicidad queda reflejada en el momento en que yendo “tocao” a tope, preguntas por el pueblo al que te diriges y te contestan que es el mismo en el que te encuentras.
   Un cola-cao calentito en la terraza de un bar de Belorado con ambiente fresquito y buena gente alrededor, es un buen final.
  A los que seguís hasta Santiago os quedan muchos km. que recorrer y montón de cosas para vivir y disfrutar.
  ¡BUEN CAMINO!

Escrito por .Jesus mª Navarro